jueves, 28 de julio de 2022

Bruno Alejandro

Salía de mi oficina cuando me sonó el celular que traía en el bolsillo; vi la pantalla era EL.

EL:    Hola! ¿quería saber cómo estabas?  Estoy preocupado por ti, no se si vas a poder hacerlo sola.  Tomemos un café.
YO:    Ya he dejado que me manipules todo este tiempo, no vuelvas a llamarme nunca más en tu vida.

Para unas cosas la vida transcurría rápido y para otras muy muy lento.

Me propuse aprender todo lo que le estaba pasando a mi cuerpo y al bebé.  Como buena tauro, tenía que estar lista para todo. 😏  Leía todo el día, blogs de embarazo en internet:  "En la semana 10, todos los órganos vitales del bebé se han formado y han comenzado a funcionar juntos... " y libros, indiscutiblemente el mejor "Los nueve peldaños", de Anne Givaudan y Daniel Meurois.  Mi capítulo favorito fue el que explicaba lo importante de preguntarle al bebé cuál debe ser su nombre, hay que preguntarlo cada noche antes de dormir, hasta que en algún sueño te lo diga.

Lo hacía todas las noches, pero a la mañana siguiente no lograba recordar mis sueños, hasta ese día, tendría cuatro o cinco meses, sentada en el sofá de un almacén esperando que me entreguen algo, recordé:

Estaba caminando, en un puente o algo así, lo vi con un overol de color oscuro azul marino y una camiseta blanca, no podía verle el rostro, el corría delante de mi.  Yo trataba de alcanzarlo pero no sabía cómo hacer que se detenga, no sabía cómo llamarle... hasta que él se volteó y dijo "Alejandro".    

Me levanté de inmediato, estaba con mi mamá y mis hermanas, y les dije:  "Se va a llamar Alejandro, Bruno Alejandro" (Bruno por mi papá).   Alejandro es un nombre de pila masculino de origen griego​ que significa 'el defensor, el protector' . ​  Totalmente cierto!


Usé el mismo uniforme de la empresa hasta el quinto mes, gracias a las náuseas y vómitos que continuaron hasta la semana previa a su nacimiento.  Bruno Alejandro crecía mientras yo bajaba de peso, empecé el embarazo en 114 y lo terminé en 130 libras. 😬

"Y si me encontraba con Camila, qué le iba a decir?  No le iba a mentir, el bebé era su medio hermano", pero no quería lastimarla, así que le escribí un correo a Mónica, su madre; nunca me imaginé la respuesta que recibí:  ella estaba enterada de todo, luego de algunas charlas con EL y la detección de un problema cardiaco, EL le había dicho que me amaba, que era la mujer de su vida y que quería rehacer su vida a mi lado. 😕

Le envié la fotografía del eco, pensaba que si le escribía un correo, a EL se le facilitaría dar el paso que "había decidido".  Semanas después me enteré, a través del arquitecto que estaba construyendo el cuarto de Bruno Alejandro, que EL estaba de novio.  Luego del nacimiento de Bruno Alejandro, EL se volvió a casar. 😦 Estoy tan agradecida que EL nunca se atreviera a hacer lo que Mónica me contó en aquel email.

Durante esos nueve meses, recibí el cariño y muestras de afecto de mis más cercanos amigos y familiares; de Alicia, Mayte, Carmen Elena y Patricia (Minina) recibí cuna, ajuar de ropa de cuna, coche, ropa de embarazo, y ropa para Bruno Alejandro.  Hasta pude recuperar el toldo que usó mi hermana Stephanie cuando nació (osea pasaron 22 años), quedó como nuevo.

Mis planes de dejar la oficina sintiendo contracciones se vieron frustrados. Tuve una fisura en la placenta (sí, sentí el líquido caliente entre mis piernas luego de vomitar en media calle), y tras un eco de emergencia, me enviaron a casa con "reposo médico".  Corría la semana treinta y dos y yo padecía del Síndrome del Nido 😖, que "se produce con frecuencia en las mujeres embarazadas quienes incrementan el tiempo dedicado al orden y limpieza de la casa, a poner en orden las estancias, lavar las ropas, etc."  Me aplican una inyección para madurar los pulmones de Bruno Alejandro.

Semana 37, el eco indica que la placenta está madura grado II, pero el cordón presenta buena oxigenación.  Mi ginecóloga me dice que esperemos una semana pero no más, Bruno Alejandro está encajado (cuando la parte más grande de la cabeza ha entrado a la pelvis), además que ella saldría fuera del país por un congreso médico.  

Marzo 30, 2005.  La doctora me examina y me dice que en vez de tocar la mollera, toca la frente de Bruno Alejandro; son las 21h00 cuando ingreso a la clínica.  Me preparan, me inyectan un suero y colocan pitosín para provocar las contracciones.  Camino por el corredor, sola, estoy aterrada, nunca imaginé lo triste que estaría.  Son las 23h00 y no he dilatado ni medio centímetro, deciden hacer una cesárea.

Es una sensación tan extraña, sientes pero no duele.  No podía ver nada, solo el techo del quirófano y el reloj de la pared del frente.  La anestesióloga me dice que no llore porque eso me provocará ahogos (no se equivoca, pero lo dice con tan poco tacto, hellowwww?!?! tengo el abdomen partido por Dios!). Se escucha el llanto de Bruno Alejandro, veo el reloj son las 2h23, minutos más tarde lo asoman cubierto en sábanas de color verde, tiene muy abiertos sus ojos,  me mira directa y profundamente, me atraviesa el corazón.  No puedo más del amor, he encontrado a mi príncipe azul!!!  (y así termina mi historia con un final feliz)


 

domingo, 17 de julio de 2022

Mi primera historia

4 de agosto de 2004... recuerdo que estaba en mi oficina.  Tenía tanto miedo, le pedí a Gina me acompañara a recoger el resultado del laboratorio.  Entré en el carro, guardé el sobre en la cartera (en el fondo yo estaba segura), llegué a mi oficina y solo allí lo abrí:  POSITIVO. 😟




Cómo una sola palabra puede provocar tanto?  Para las parejas que ansiaban ser padres era la gloria, para mi era el fin... (en ese momento no sabía que en realidad era el inicio).  Lloré y lloré, en ningún momento sentí alegría, era una mezcla de miedo, vergüenza, ansiedad.  Esto se debe decir cara a cara.

YO:  Hola!  Dónde estás?
EL:   Hola amor!  Sigo aquí! No terminamos hoy.  No creo que nos podamos ver, creo que el domingo estaré libre.
YO:  Ok gordo, me llamas si puedes, le dije, mientras pensaba cómo puede ser posible que fallaran 3 pruebas rápidas de embarazo.

No quería llegar a mi casa,  se notaría que había llorado, y no quería dar explicaciones; por lo menos no aún.  Mayte me recibió en su casa,  por una noche me sentí acompañada, era el cumpleaños de Pepe.

El domingo salimos a almorzar cerca de su casa, había tenido un pico de hipertensión así que no era prudente contarle.

EL: Mira quién está allí! La bruja esa. Siempre quiso tener un hijo mío, me dijo que no podía quedar embarazada.  Me mintió
YO: 😕 (Esa tarde conocí a la hija que había tenido con una ex... hasta esa tarde no sabía de su existencia... era idéntica a Camila, su “única” hija)

Ese lunes prácticamente no trabajé en toda la mañana, me la pasé llorando hasta que sonó mi celular.

EL: Hola amor, cómo estás?
YO: Me hice una prueba, estoy embarazada. 
(Silencio al otro lado de la línea)
EL:  Estás segura?
YO: Sí
EL: Lo hablamos en la noche?

No pude más, se lo conté a mi mamá por teléfono y aunque sentí un poco de alivio, no fue suficiente; no sabía cómo decírselo a mi papá.  (Tenia 30 años, profesional con un puesto importante,  prácticamente mantenía a mis papás, pero me sentía como si fuera de 15 😞)

Llegué a su departamento,  estaba en su habitación.

EL: Tienes hambre?
YO: No, pero debería comer.
EL:  Por qué?
YO:  Porque estoy embarazada

El hombre del cual me enamoré dejó de existir en ese mismo segundo (estaba con la camisa roja que le regalé)

EL: (Tenía 22 años más que yo). No es el momento de tenerlo; tal vez más adelante, pero tú decides, el bebé o yo.  Has visto que cuando hay problemas en un vuelo, te dicen que uno se coloque la máscara de oxígeno primero y luego te encargues de los niños?
YO:  Qué pena!  Esto va a terminar tan mal (yo pensaba en un niño sin su papá)
EL:  A qué te refieres?  (El pensó en juicio de manutención)
YO: Ves mi cara?  Esta es la última vez que me volverás a ver.  😠

Cuando escuché la puerta tras de mi,  no sabía todo lo hermoso que estaba por vivir.

Continuará...