Cuando Bruno nació me enfrenté al hecho que EL no estaría presente como padre, pero me cuestioné si debería o no tener sus apellidos, sobre todo porque tenía que hacer que emitir su partida de nacimiento, para iniciar el trámite de su nacionalidad italiana, en la embajada.
Así que como buena tauro que soy contacté a personas que según yo podrían aconsejarme a tomar la mejor decisión; si mi memoria no me falla podría situarnos en el mes mayo o junio del 2005.
Mi primera conversación fue con Natalia, psicóloga y educadora, Directora del centro de estimulación temprana al que iba Bruno. Ella me dio una verdadera clase: "primero que nada tienes que entender que la relación de Bruno y EL, es de ellos, tú no tienes absolutamente nada que hacer allí. El daño que tú sientas que EL te hizo es tu problema, por lo que no tienes derecho a dañar la imagen de EL ante Bruno. Así que desde ese punto, lo que puede pasar es lo siguiente:
- Bruno quiere conocer a su padre y EL a Bruno, esa situación es maravillosa.
- Bruno no quiere conocer a su padre y EL tampoco a Bruno, otra situación maravillosa.
- Bruno no quiere conocer a su padre pero EL sí lo quiere conocer, mmm una pena para EL.
- Bruno quiere conocer a su padre pero EL no lo quiere conocer, mmm una pena para Bruno.
Tengo que darles contexto. ¿Recuerdan a Natalia, la psicóloga y educadora a quien consulté por el tema apellidos? Bueno en esa misma conversación, ella me aconsejó que armara un album con fotos de mi familia, mis padres, hermanas, primos, pero en ese album debía incluir fotos de EL, para cuando sea el momento se lo enseñase a Bruno. La figura de EL debía ser natural para mi hijo.
La idea era mostrárselo, mientras le decía "mira acá esta la tía Betty y acá está la mamina (mi mamá) y de repente mira acá está el papá (EL)", así como si nada.
Regresemos al sobre que me cayó a los pies. Bueno eran las fotos de EL que había recuperado, porque como entenderán me deshice de todo lo que tenía que ver con EL cuando terminamos... así que me puse a revisarlas. No, aún no había armado el album. Vi a Bruno y decidí sentarlo a mi lado. Lo que iba a hacer, no era más un juego.
Tome algunas fotos nuestras y las intercalé con las de EL, y se las enseñaba... Bruno cuando veía una mía decía MA MA, cuando veía unas de mi papá decía PA PA, hasta que le enseñé una foto (recuerdo claramente cuál era... estaban EL, y dos de sus amigos en su cumpleaños número 50) y le pregunté señalándolo a EL, ¿Quién es? y me dijo PA PA.
Pensé que había sido una casualidad, aclaro mi papá y EL NO TENIAN NINGUN PARECIDO POSIBLE... llamé a gritos a mi mamá y volví a intentarlo, intercalaba fotos de fiestas de cumpleaños, viajes, en restaurantes, en pose o sin posar, en las que EL estaba o no, igual con las de mi papá.
Bruno veía la foto y con su pequeño dedito señalaba a mi papá y a EL diciendo "PA PA", junté la foto de mi papá acompañado y la de EL acompañado, Bruno siempre colocaba su dedito sobre la cara de mi papi y decía "PA PA" y luego iba a la otra foto y con su dedito señalaba el rostro de EL y repetía "PA PA" con una hermosa sonrisa en su rostro.
Yo señalaba el rostro de alguien en la foto y le preguntaba "Este es papá?" y me decía "NO" y buscaba alguna en la que aparecía EL, lo señalaba y decía "PA PA".
Mi hijo era especial. De eso no tengo duda.
Esta historia termina aquí... tiene final feliz? Sí, yo supe ese día que Bruno jamás tendría un conflicto con sus dos papás, que lo sabía (no me pregunten cómo) y que jamás jamás jamás le haría falta...
P.D.: Prometo contar la historia cuando se vieron en persona.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario