sábado, 3 de septiembre de 2022

Angel

Esta historia es realmente corta, estaba en busca de una historia así.  Sencilla pero impactante, poderosa al igual que dolorosa.

A pesar que no conozco a Hugo Sánchez, nuestro protagonista de hoy, compartimos una historia en común.  Gracias a las redes sociales, su historia me llegó (y me llegó al corazón).  Hoy se las trasmito, si quieres ver el video por favor da click en la Noticia de BBC

Hugo Sánchez es salvadoreño.  Salió de su país, tratando de alejarse de la guerra civil y buscó radicarse en la ciudad de Edmonton, Canadá.  Tiene un hobby muy particular... "colecciona" auroras boreales.

Las auroras boreales son causadas por la actividad geomagnética y pueden ser observadas entre los meses de septiembre y abril.  En Canadá es posible ver este fenómeno, que por lo que dicen, es único de ser vivido.

Todo empezó gracias a su hijo Emilio, que nació en 2006 con parálisis cerebral y síndrome de Pierre Robin, que es "una afección en la cual el bebé tiene la mandíbula más pequeña de lo normal, la lengua replegada en la garganta y dificultad para respirar. Está presente al nacer." A raíz de su nacimiento, Hugo se convirtió en un ávido fotógrafo, que hoy comparte sus fotos con la NASA para investigaciones. Se aventura a pasar varias noches esperando capturar el espectáculo de la naturaleza.

Hasta que su mundo se derrumbó... su hijo Emilio murió con diez años de edad.

Una noche mientras observaba a la aurora danzar, tomó una fotografía ubicando el lente de la cámara en dirección al firmamento... lo que capturó lo liberó de su sufrimiento.  "Era un ángel... caí de rodillas y lloré y lloré".
 


Hugo está convencido que Emilio lo observa desde esas auroras boreales, cada vez que mira al cielo en busca de alguna, sabe que será su oportunidad para conversar con él... para "conectar con él".  "Te extraño.  Estoy feliz de verte!"  Llora, pero ahora sus lágrimas son de felicidad. 
 


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