jueves, 11 de enero de 2024

El poder de amar la realidad

A mediados del año pasado, ingresé a una comunidad de mujeres y emprendedoras, llamada Creételo, encabezado por la gran Michelle Poller... NO, hoy no voy a hablar de ella, ni de la comunidad, sino de un hombre que conocí gracias a, su nombre es Jonathan Benaim.

Soy una fanática de Byron Katie.  En su libro Amar lo que es, ella te invita a abrazar su visión tan sencilla de la vida... y que a veces te hace sentir un poco tonta cuando recuerdas lo necia que has sido frente a las situaciones de la vida, que has "osado" describir como dramáticas.  Pues resulta que cuando conversé con Jonathan para esta historia, él me recordó, a ella y a su libro, casi de inmediato.

Es venezolano, tiene -30 años, se define principalmente como actor y conferencista, judío, fashionista, pasión que me acabo de enterar cuando lo entrevisté, un verdadero apasionado por la vida.  Vive desde el 2012 en Panamá, trabaja como parte del equipo de Michelle Poller, pero sobre todo puedo decirles que conocerlo es una experiencia de otro mundo y cuando lo ves, en mi caso a través de una pantalla, solo puedes pensar que Dios nunca, nunca, nunca se equivoca.  


Mmmm tal vez algunos, los que se fijan en todo, estarán diciendo... "qué gil Karyna! puso -30 años!"... pero NO, no es un error, cuando Jonathan nació le dieron solo 48 horas de vida, así que los años que lleva a cuesta, son un regalo, que él valora tanto... para él, la vida es una fiesta que no se quiere perder. Si quieres conocer más de él, mira el documental del The New York: Laughing in the Face of Disability  👉 Tuesco

Escribir un pedacito de su historia, para nutrirnos de su receta para elegir ser feliz... ahhhhh sí, solo es un pedacito, porque de las casi 2 horas que estuvimos conversando, como si nos conociéramos de toda la vida, me pidió que su pregunta para el live sea:  ¿cómo elegí ser feliz cuando entendí que nunca seré independiente?

Coincido con él, en que la felicidad es una elección y una decisión.  Así que, para una persona que ama su soledad, que se ama tal cual como es, y que no está dispuesto, ni por un minuto, a cambiar su vida por cualquier otra, tener que "depender" de su entorno para alimentarse, vestirse, bañarse y demás es, a mi juicio, su mayor preocupación, porque el resto lo tiene totalmente controlado.

La aceptación radical llegó a sus 14 años, cuando se dio cuenta que no podría vivir una vida, como la vivían sus amigos, que empezaban ya con las noviecitas... pero también me recalca, que a esa edad también sabía, que no era posible "solo por ahora".  El sabía que no quería morirse, la tiene clarísimo... él no tiene ninguna misión especial (bromea diciendo que eso es para James Bond y Tom Cruise), él no pierde tiempo preguntándose: ¿por qué a mí? o ¿para qué?, él va directo... "yo lo que tengo que hacer es ser feliz, con lo que tengo y con lo que soy".

Cuando él entendió que no era el único ser humano que tenía los minutos contados, "el que tenga miedo a morir, que no nazca literalmente", todo cambió para él.  Empezó a amar su cuerpo.  Estuvo a punto de volver a caminar por tres ocasiones, pero luego de cuatro mala praxis médicas, él está convencido que Dios no lo quiere caminando, que lo quiere en cuatro ruedas.

Y es que tanto él, como su familia, lograron darle otro significado a: 

  • Su silla de ruedas, que es solo un accesorio, es como si fuera un collar, me encanta cuando en el documental, dice:  "mi mamá siempre ha estado tan ocupada en tratarme como alguien normal", y es que para él, la sonrisa y mirada de su madre es lo que le da fuerzas... y para mí, que la veo de madre a madre, pienso que es Dios, experimentando ser una mamá de la puta madre!
  • Su incapacidad, además de lo evidente, de la que puedo ver a través de mis ojos, de la que él es totalmente realista, como cuando me dice:  "yo se que nunca voy a caminar, yo se que por allí no es".  Sólo es eso, una característica más, de todas las que tiene y que me encanta porque la define como, su capacidad dentro de su incapacidad. 
El está preparado, sabe que su entorno familiar, que es quien lo ayuda, está cambiando... unos envejecen y otros parten a ser sus propias vidas...  así que es económicamente responsable, lo tiene planificado, pero mientras tanto no para de aprender, de disfrutar, se ocupa para no pensar en aquello que no puede cambiar.  Ojo que él NO es una carga, es el miembro de una familia, en el que cada uno participa de un rol, como el de Jonathan que entre otras cosas, se encarga de ejecutar los pagos, "soy el secretario de la familia" y es el único que sabe las contraseñas de todos, OMG!

Desde joven, se cuestionó si la independencia estaba sobrevalorada? Nadie es totalmente independiente, me dice que todos vivimos dependiendo de otros: a nivel emocional, económico, tecnológico, médicamente... Entendió, que la independencia está en su alma, mente y corazón, así que él la bajó a su nivel, no la menospreció, la abrazó.

El ama las etiquetas porque lo definen y le dan su propia identidad.  Quiere que la gente no lo use para comparar su historia con la de ellos, si llegas a conocer su historia úsala pero para que te sirva de inspiración, "de ají en el c###" como le dije yo, para que te pongas en acción para mejorar la tuya.  No le gusta que lo endioses, yo lo veo... y no logro ver su silla, yo lo veo como un verdadero superhéroe. Gracias por la oportunidad de contar tu historia.

Estén atentos a "Espina" la película donde Jonathan es el actor principal, con la que buscan junto a su director, normalizar la discapacidad con humor.

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